Durante el último mes me dediqué, no sólo a mirar detenidamente la fiesta futbolera más grande de todas, sino también a llenar el álbum de figuritas correspondiente a dicho evento. Mi deseo irrefrenable de completarlo me llevó a participar de aventuras por lo menos insólitas, y a descubrir al niño que llevo dentro, entre otras cosas. Hoy me faltan sólo 10 cromos, y lo más probable es que el fin de semana se termine la odisea. En los próximos días me dedicaré a narrar algunos acontecimientos en los que me vi envuelto gracias a mi inquebrantable fuerza de voluntad y -¿por qué no decirlo?- al arrebato regresivo en el que estoy sumido últimamente.
Mañana: la primera entrega.
dignísimo de ser leído con frecuencia esto que se viene.
ResponderEliminarvery good, leeré tus peripecias...
ResponderEliminarsaludos desde chile!
Uy uy uy uy uy...(con tono Valento)
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